Los adolescentes pueden experimentar una amplia gama de emociones y cambios a lo largo de esta etapa de su vida. Estos cambios tan importantes, puede hacer que sea difícil determinar lo que sienten realmente.
Por eso pueden sentir:
- Tristeza persistente o irritabilidad.
- Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban.
- Cambios en el apetito o el patrón de sueño.
- Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva.
- Dificultad para concentrarse.
- Fatiga y falta de energía.
Todos estos sentimientos pueden ser emociones normales y comunes en la vida de los adolescentes. Sin embargo, si persisten y comienzan a interferir con su vida cotidiana puede ser importante tomarlos en cuenta.
La tristeza es la primera que se podrá observar y es importante que los padres estén atentos a los cambios en el comportamiento y el estado de ánimo de sus adolescentes, como la pérdida de interés en actividades que solían disfrutar, la irritabilidad o el aislamiento social.
Estos jóvenes pueden necesitar apoyo emocional y asesoramiento para manejar sus sentimientos de tristeza.
Es importante animarlos a hablar sobre cómo se sienten.
Para eso es importante crear un ambiente de confianza y de paz.
Los padres se tendrán que armar de mucha paciencia a la hora de ejercer una escucha activa. Es importante cuando habla el adolescente no interrumpirlo y no darle soluciones que a los padres les parecen obvias, pero al adolescente No.
Los padres tienen que ayudarle a que él pueda buscar sus propias soluciones ofreciéndole un marco responsable.
También durante estos momentos de transición se les puede ayudar con complementos naturales, como puede ser Happylity, ya que en esta fase de sus vidas tienen que hacer frente a grandes cambios.
Sin embargo, si la tristeza persiste es importante buscar la ayuda de un profesional de la salud para evaluar la situación. Después de efectuar el estudio necesario, éste podrá establecer un plan de tratamiento.